sábado, 13 de diciembre de 2014

Ébola, Cáncer, Sida, Diabetes, Enfermedades Curables Con Plantas Por Josep Pàmies


Josep Pàmies es un campesino catalán (Balaguer, Lleida) que hace 15 años abandonó los métodos modernos de cultivo con uso abundante de químicos y pesticidas, para pasar al cultivo ecológico, resultando en una radical mejora de su propia salud y la de sus tierras. Desde entonces, Josep se ha convertido en un firme defensor del cultivo ecológico y ha investigado y promueve el uso de las plantas con propiedades medicinales, sobre todo de la estevia o el ajenjo

Josep también critica ferozmente la industria farmacéutica y las empresas que promueven el uso de transgénicos, como Monsanto, por velar más por la obtención de beneficios económicos, mediante el uso de patentes y la cronificación de la enfermedad, que la búsqueda de soluciones reales y éticas.

Excelente conferencia de Josep Pàmies, el payés de la estevia, que tuvo lugar en Espacio Ronda (Madrid) el 25 de Noviembre 2014.

Ébola, cáncer, Sida, diabetes, enfermedades curables con plantas por Josep Pàmies



A la vera del río Segre, en terrenos cultivados por la misma familia de payeses desde hace cuatro generaciones, lleva cociéndose desde hace ocho años una "dulce revolución". El artífice se llama Josep Pàmies, sabio de la tierra, horticultor y activista, cabecilla de una insurrección que corre por las macetas, los jardines y los balcones y que tiene como poderoso símbolo a la estevia: la planta prohibida.

"Lo llamo la dulce revolución porque ya hemos sido testigos de muchas revoluciones violentas y hemos visto cómo acaban: con un paso atrás. Esta es una llamada a una revolución pacífica, como la que impulsó en su día Gandhi, de resistencia al sistema, de reafirmarte en lo que estás haciendo, hasta que los poderes se baten en retirada y te dejan en paz".


Para comprender la "dulce revolución" hay que masticar una hoja de estevia e intentar digerir sobre la marcha todas sus propiedades: antidiabética, hiptensora, cardiotónica, diurética, antioxidante, antirreumática, antibacteriana... O sea, lo más cercano a la panacea.

Desde el 2011, la estevia fue legalizada como edulcorante dietético, pero vender su hoja para uso medicinal está prohibido. La pregunta es obvia: "¿por qué?"

Pero la respuesta provoca urticaria: 

"Las plantas medicinales han sido apartadas y criminalizadas por las presiones de la industria. Las farmacéuticas conocen el poder de todas estas plantas, y eso las pone nerviosas".

"Pero si quieres que te diga la verdad, lo mejor que pueden hacer es prohibir la comericialización de la planta de estevia", agrega Pàmies con cierta sorna. "Lo prohibido despierta la curiosidad a la gente y deja en evidencia a los políticos corruptos que sólo legislan para los grandes intereses. A veces me por pensar que las prohibiciones, como pasa con la estevia o con la marihuana, están hechas para que la sociedad avance".

Josep Pàmies no se muerde la lengua, y en su blog arremete sin rodeos contra la industria farmacéutica, a la que acusa de "cronificar la enfermedad" en vez de buscar la auténtica cura... 


"Las soluciones son muy fáciles pero se ocultan. Vivimos en un sistema económico basado en el miedo y en la especulación, y a los ciudadanos se les infunde el temor a que el modelo se derrumbe. Pero la gente está muy harta de tanto engaño y está buscando soluciones por su cuenta a todos los niveles. La sociedad está hirviendo...".

Lo que propone la "Dulce Revolución" es algo así como autosuficiencia aplicada a la salud, siguiendo el viejo principio hipocrático: "Que tu medicina sea tu alimento y que tu alimento sea tu medicina". Y el primer paso, según Pàmies, es "la recuperación de los conocimientos populares de autocuración que nos han servido durante muchas generaciones".

El empoderamiento a través de salud se ha convertido, según Pàmies, en el único antídoto contra el colapso de la Sanidad Pública en la era de los asuteridad. 


"Hay que estimular a la sociedad a la adopción de una alimentación sana, equilibrada y ecológica como la primera medida de prevención de las enfermedades".

Y como humilde receta, nos recomienda cinco hierbas que cualquier podría plantar en su balcón, a modo de botiquín natural: "La estevia, siempre en el centro. Y luego, el diente de león, que viene muy bien para la circulación y para regenerar el hígado. Y la ortiga, que tiene mucho hierro y depura la sangre. También la caléndula, para las infecciones y las afecciones en la piel. Y por último, el plántago o llantén, muy eficaz para combatir las afecciones pulmonares, para regenerar la flora intestinal y tratar el cáncer, las úlceras o las picaduras de los animales: los romanos las usaban en las suelas de sus sandalias, para evitar las llagas en sus largas caminatas".



LA MAFIA JURÍDICO-FARMACÉUTICA NOS ATACA

Una vez más la alianza de grandes bufetes de abogados con la mafia farmacéutica, empieza a funcionar para intentar parar la divulgación de terapias efectivas y de bajo coste. 


Estas últimas semanas he estado dando en nombre de la Dulce Revolución de las Plantas Medicinales, conferencias por Galicia, Castilla-León y Madrid. Y a excepción de Galicia, todo han sido problemas. 

En Valladolid su Universidad, después de autorizar mi conferencia en sus edificios, la suspendió por considerarme persona poco grata y en el local que los organizadores encontraron como alternativa de titularidad pública, la policía impidió que la sala pudiera llenarse con todo su aforo legal (400 personas), quedándose en la calle 200 de ellas. 

En Salamanca más de lo mismo, la Facultad de Medicina, unos días antes del evento, también comunica su suspensión y el local público conseguido, in extremis, también impiden con seis horas de antelación la celebración de la conferencia, habiendo que recurrir a celebrarla en la iglesia de la Asunción, cedida por un párroco sensible de un barrio de emigrantes. Pero lo peor fue en Madrid y Aranjuez. 

En Aranjuez también se suspende por las autoridades de educación, la celebración de la conferencia en una sala de un instituto de enseñanza secundaria, habiendo de recurrir, delante de la censura administrativa de todo local público, a un patio particular de una terapeuta, reuniendo más de trescientas personas en su interior. 

En Madrid ya se recurrió al alquiler de una sala privada. 


Por si fuera poco, unas horas antes del evento en Aranjuez, los organizadores de sendos actos reciben una llamada telefónica de un gabinete jurídico encabezado por hijo y hermano de altas personalidades políticas de la burguesía catalana, los cuales exigían en nombre de la industria farmacéutica española la inmediata suspensión de los actos de Aranjuez y Madrid, con la amenaza de querella criminal por atentado a la salud pública en caso de no suspenderse. Las conferencias no se suspendieron y ahora estamos a la espera de que hagan efectiva la amenaza

El atentado a la Salud Pública, de lo que quieren acusar a los organizadores, es por el hecho de plantear en mis conferencias que Malaria, Sida, Cáncer, Diabetes y Ebola, son enfermedades curables. 

Con estas actuaciones se va demostrando, una vez más, que el actual sistema sanitario, político, económico y jurídico son pura corrupción y cinismo y se unen para impedir que fluyan otras alternativas. Lo vivido parece recordar tiempos pasados de censura franquista. 

Lo bueno de la historia es que podemos ver como humildes actuaciones están poniendo en evidencia el miedo que tienen a perder sus privilegios. 

No nos callarán y desde la Dulce Revolución de las Plantas Medicinales, seguiremos dando esperanza a una sociedad enferma por culpa de estos descerebrados. 

Gracias a todos los colectivos que nos han ayudado y arriesgado con sus convocatorias y han hecho posible, a pesar de todo, las conferencias. 

Josep Pàmies